El lugar más remoto del mundo está protegido por los elementos naturales y permanece oculto para aquellos que no osan arriesgarse a explorarlo; pero si lo hicieran, descubrirían un mundo mágico: animales, vegetación, paisajes, colores, aromas y sonidos conocidos por pocos y soñados por muchos que perduran inalterados desde hace miles de años, ajenos al paso del tiempo.
Descubrirían también un modo de vida apegado a la naturaleza y la tradición, donde las personas conviven en perfecta simbiosis con su entorno, del que reciben todo lo que necesitan para vivir pero que en ocasiones limita el desarrollo de sus comunidades y oscurece su futuro.
Para adentrarse en este medio casi inexplorado es necesario completar un trayecto amenazado constantemente por la adversidad, sabiendo sin embargo que la recompensa vale la pena. Esta es la historia del viaje de la luz a través del corazón de la Amazonía, el lugar más remoto del mundo. ¿Nos acompañas?
La Amazonía es la selva tropical de la cuenca del río Amazonas y ocupa una extensión de 6,7 millones de kilómetros cuadrados, equivalente al 4,5 % de la tierra firme del planeta. Este pulmón del mundo se extiende a lo largo y ancho de nueve países de los territorios central y septentrional de Sudamérica y es una de las ecorregiones con mayor biodiversidad en el mundo. Pese a su preocupante ritmo de deforestación -se pierde una media de 113.056 hectáreas de bosque al año- la mayor parte de su territorio continúa inalterado, repartiéndose principalmente los asentamientos humanos en las cuencas fluviales.
Una de estas cuencas, la del río Napo a su paso por Perú, es la protagonista de nuestra historia. Con una longitud de 1.130 kilómetros desde su nacimiento en Ecuador hasta su desembocadura, este importante afluente del Amazonas en su curso alto recorre la Selva Norte de Perú dando lugar a numerosas comunidades que se disponen plácidamente a sus orillas.
El Napo no es sólo el río que les proporciona agua para alimentar a sus familias, regar sus cultivos y pescar: es la única vía de comunicación con el mundo exterior, puesto que el acceso a estos asentamientos es exclusivamente fluvial. A una circunstancia tan desfavorable como la difícil conexión se une también el problema de la falta de electricidad, lo que impide un desarrollo adecuado en estas comunidades.
Superar el primer problema para ayudar a solucionar el segundo es el objetivo de la Fundación acciona.org. Con el Programa Luz en Casa Amazonía se propone llevar electricidad limpia y social y económicamente sostenible a las poblaciones más remotas de la Amazonía peruana; la primera área de actuación de Luz en Casa Amazonía es la cuenca del río Napo, que recorre casi 600 km por la selva norte peruana hasta su desembocadura cerca de la ciudad de Iquitos. A pesar de la cercanía en distancia a la capital de la Amazonía peruana las distancias temporales son enormes, exigiendo días completos de navegación hasta llegar a las comunidades atendidas en los infrecuentes casos de disponer de modernos deslizadores fueraborda. En su lugar, la población emplea peque-peques como medio de transporte, pequeñas embarcaciones de madera similares a una canoa.
La especial dificultad del terreno no ha impedido que, hasta la fecha, 325 personas se estén ya beneficiando en los 61 hogares que tienen servicio eléctrico, ni que en el verano de 2018 ya sean dos mil los usuarios y más de 400 hogares los que se habrán acogido al programa.
ACCIONA trabaja para facilitar a las comunidades amazónicas acceso a un servicio de electricidad eficiente, barato y sostenible, que ha tenido una gran acogida desde el primer momento: el 100 % de los usuarios están satisfechos o muy satisfechos, al 88 % les resultó fácil de instalar, el 98 % nota el ahorro en el gasto energético (estimado en 50 %) y el 100 % considera que es un buen servicio y lo recomendaría.
Estos datos se obtuvieron de la encuesta realizada a las 61 familias beneficiarias del proyecto piloto, que se ejecutó con cofinanciación obtenida en la convocatoria IDEAS AUDACES del Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica de Perú. A este apoyo se han unido, en la ejecución del proyecto con el que se llegará a 350 familias adicionales, la colaboración de la Universidad Politécnica de Madrid, la Fundación Ingenieros del ICAI para el Desarrollo, y la Universidad Pontificia Comillas, y la cofinanciación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de su convocatoria de Acciones de Innovación para el Desarrollo.
El servicio eléctrico se da a través de Sistemas Fotovoltaicos Domiciliarios de Tercera Generación, al igual que en el Programa Luz en Casa Oaxaca desarrollado en México. La energía generada por el panel fotovoltaico, que se almacena en eficientes baterías de ion de litio, proporciona diariamente una media de 6 horas de luz eléctrica con las dos lámparas LED fijas y una linterna recargable, que incluye el sistema, conexión a aparatos eléctricos y carga de teléfono móvil.
En caso de incidencia, los usuarios pueden acudir al Centro Luz en Casa habilitado, donde técnicos de la zona formados por ACCIONA proporcionan servicios de reparación, información y asesoramiento para los componentes del sistema fotovoltaico y para aquellos aparatos eléctricos compatibles (lámparas, radios, televisiones, cargadores…) que se pueden adquirir en estos centros.
Una de las principales novedades del Programa Luz en Casa Amazonía respecto a otras actuaciones de ACCIONA es el sistema prepago. Mediante esta modalidad, el usuario abona cada 90 días el importe de la cuota y recibe un código que introduce en su sistema fotovoltaico para disfrutar de la electricidad. De esta manera se evita tener que desplazarse para realizar los cortes por impago del servicio y posterior reconexión, hecho que incide directamente en la eficiencia del modelo de suministro y en la sostenibilidad del servicio permitiendo reducir más la cuota trimestral.
Gracias a ACCIONA, la luz viaja al lugar más remoto del mundo para garantizar un futuro mejor.