Durante décadas, muchos de los pilotos de los barcos que pasaban bajo la silueta del puente de Waterloo en el Támesis lo llamaban “el puente de las mujeres”. El puente original londinense se demolió a las puertas de la Segunda Guerra Mundial.
La leyenda decía que, ante la falta de mano de obra masculina, fue una gran mayoría de mujeres quien se encargó de desmantelarlo (y reconstruirlo). Por desgracia, la constructora original quebró y con ella se perdieron todos los registros. No sería hasta el año 2015 cuando se confirmó la verdadera historia de ese puente.
Hizo falta el trabajo tenaz de la historiadora Christine Wall para que aflorasen pruebas irrefutables de la participación femenina en la infraestructura, fotografías que mostraban a varias soldadoras trabajando en el puente. Se cree que hasta un 65 % de la fuerza laboral de la obra fueron mujeres.
Por suerte, esta inusual estadística se ha batido de nuevo años después, a miles de kilómetros de distancia y en una infraestructura aún más ambiciosa. Hablamos de las obras de la Línea 6 - Naranja de metro de São Paulo, un espectacular proyecto ejecutado por ACCIONA que, con 15,3 kilómetros de extensión, constituye la mayor infraestructura en construcción de Brasil.
Hoy, el 70% de la fuerza laboral de su Fábrica de dovelas es de género femenino. Esos segmentos de hormigón soportan una obra que bien podría bautizarse como “el túnel de las mujeres” y que son el símbolo de la apuesta de ACCIONA por la integración de las mujeres en el sector de la construcción y de generar un impacto positivo en las comunidades donde operamos. Te contamos todos los detalles de esta monumental obra.
Cuando se acomete una obra de la magnitud de la Línea 6-Naranja en una de las áreas metropolitanas más pobladas del mundo, es imposible pasar por alto su impacto social. En São Paulo viven 12,3 millones de personas de diversos trasfondos sociales. Más de 635 mil personas utilizarán esta nueva arteria que conectará la ciudad de norte a sur.
Pero el objetivo de ACCIONA a la hora de idear la construcción de esta infraestructura es que, tal como el tren viaja inadvertido bajo la superficie mejorando las comunicaciones de la ciudad, muchas otras personas se beneficien también de los proyectos desarrollados en paralelo a su recorrido. Dejar una huella de carbono cero y, a la vez, una huella social imborrable en términos de inclusión, diversidad, empleabilidad e impacto social.
El objetivo de ACCIONA es dejar una huella social imborrable en términos de inclusión, diversidad, empleabilidad e impacto social.
Pero eso no basta: para emplear a mujeres es imprescindible concebir el entorno de trabajo desde una perspectiva femenina. Por eso, ACCIONA ha dispuesto salas madre en la Fábrica de Dovelas para acoger a las trabajadoras en fase de lactancia. De la misma manera, el proyecto se ha planteado como una labor formadora de largo recorrido para ellas.
Así, de las 500 mujeres contratadas de forma global para el proyecto, 300 se encuentran en los frentes de obra y muchas de ellas que no han tenido experiencia en construcción civil han recibido formaciones con certificaciones en funciones como auxiliares mecánicas, soldadoras, especialistas en soldadura oxigás o electricistas instaladoras, lo que les supone la posibilidad de seguir trabajando y aplicando sus conocimientos en otros proyectos de construcción civil en el futuro.
En ACCIONA hemos planteado el impacto de esta gigantesca obra de ingeniería como una serie de círculos concéntricos. El primero de ellos comienza a pie de obra, pero su influencia se extiende a otras esferas. Esa es la filosofía del programa ACCIONA por Ellas: ir más allá de la construcción y mejorar la empleabilidad de mujeres vulnerables.
Un programa creado a partir de estudios socioeconómicos, que determinó que las mujeres son el sustento económico de sus hogares y evidenció la dificultad que tienen para encontrar un empleo por no poseer una formación finalizada o, en algunos casos, ni siquiera iniciada. Se crearon cuatro proyectos que dejan un legado positivo, cuantificando hasta ahora más de 200 beneficiarias:
El otro círculo concéntrico se refiere a la propia utilidad de metro como enlace a un mundo de oportunidades. Cuando el servicio de este transporte comience su actividad, será un facilitador para que todas estas mujeres puedan estar conectadas y encuentren más opciones de acceder al mercado laboral.
En el proyecto de construcción de la nueva línea de metro de São Paulo también buscamos inspirar y aproximar el proyecto a la comunidad infantil y juvenil sensibilizando al alumnado de las escuelas y colegios para que puedan imaginar un futuro distinto.
Aquí la participación procedente de la obra es crucial: mujeres y hombres que se convierten en un ejemplo a seguir en áreas como Medio Ambiente, Seguridad y Salud en el Trabajo o Ingeniería y Producción entre otras.
A lo largo de diferentes visitas a las aulas los jóvenes aprenden a afrontar la seguridad en el trabajo, reducir el impacto medioambiental, planificar una obra de construcción o identificar las tecnologías que intervienen en cada proceso; también reciben orientaciones profesionales con igualdad de género. Ya hay más de 2700 estudiantes beneficiados por la iniciativa.
Nuestros expertos, procedentes de la obra, ejercen de embajadores del conocimiento para los estudiantes más jóvenes.
¿Cómo logramos que una obra de la magnitud de esta línea de metro tenga un impacto positivo en términos medioambientales? Abrazar la economía circular es una de las claves. El punto de partida consiste en el aprovechamiento de los recursos. Para eso empezamos por sensibilizar a nuestros equipos sobre la importancia del reciclaje, pero a la vez incidimos en los beneficios económicos de estas prácticas y de implantar los criterios de Taxonomía Europea. Esto supone trabajar de cerca con la población local dedicada al reciclaje poniendo a su disposición los materiales generados en la obra y así generar actividades económicamente sostenibles.
En este proyecto de construcción sudamericano se cumplen los criterios de taxonomía europea y, gracias a un enfoque regenerativo, los árboles de la línea 6 no serán plantados en el entorno de las obras, la mayor parte se realizará en un área definida por la Concesionaria Linha Universidade en la ciudad de Campinas. Algunos árboles, como parte de la reposición, ya fueron plantados en áreas de preservación permanente con el objetivo de preservar manantiales y componer la mata ciliar (La mata ciliar es parte indispensable de la vegetación que queda a orillas de los cursos de agua para el mantenimiento de la biodiversidad del ecosistema).
Cuando el proyecto esté completado, habrá más árboles en la zona que al comienzo de las obras, cuantificando 2.000 árboles que serán plantados como parte del proyecto de paisajismo de la Línea. El área de recuperación se incrementó, actualmente son 13.481 hectáreas.
Excavar una línea de metro es una labor ligada a la tierra y el agua. ¿Qué hacer con el agua que se encuentra al llegar a la capa freática? La primera estrategia es reutilizarla para la producción de hormigón, además de tratarla para su uso en las tareas cotidianas. También reducimos su consumo recolectando la lluvia y lavando los equipos con circuitos cerrados.
El agua se reutiliza, pero la tierra también: ACCIONA está rehabilitando espacios con la tierra extraída en Cava de Carapicuíba, una antigua explotación minera con terrenos en desuso. Nuevas tierras de cultivo fértiles y zonas habitables allí donde solo existían las cicatrices de la minería.
En el año 2025 habrá millones de personas que utilicen a diario esta nueva línea de metro en Sao Paulo, pero también habrá una generación de mujeres y estudiantes de escuelas que recordarán su construcción como la oportunidad para una nueva vida.
Gracias a este programa de ACCIONA diseñado para apoyar la integración de la mujer en el mundo laboral de la energía eólica, cada vez será mayor la presencia de mujeres ingenieras en actividades de mantenimiento para parques eólicos de la región del Istmo en México.