Platón consideraba que el alma del mundo se cifraba en la música, que nuestra realidad es una partitura interpretada con una divina armonía. Es lo que sus contemporáneos denominaban la música de las esferas, esa correlación entre patrones matemáticos y musicales del cosmos.
Esa armonía nos acompaña desde que somos humanos. Antes siquiera de abrazar la escritura, ya tocábamos primitivos instrumentos para calmarnos, elevarnos o infundirnos ánimo en la adversidad. Milenios después, un mundo sin música sigue siendo tan inconcebible como vivir sin el íntimo latido de un corazón.
A lo largo de la historia de ACCIONA hemos respirado y transmitido valores como el impacto positivo de nuestro trabajo o la importancia de las personas como el eje de lo que hacemos, tanto dentro de nuestra organización como en la sociedad.
Y si hay algo que une a las personas, que trasciende culturas y fronteras, es la música. Por eso, quisimos contar con un tema musical que inspirase a todos los miembros de ACCIONA en cada rincón del planeta, que acompañe a nuestros proyectos y refuerce los lazos que nos tejen.
La música resultante es un acompañamiento a nuestras soluciones, pero además el proceso de composición y ejecución de la pieza, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Praga, refleja nuestra filosofía de trabajo diario, donde el esfuerzo y el factor humano lo deciden todo. En este reportaje te contamos cómo el multipremiado compositor Lucas Vidal ha logrado transformar en música el latido de ACCIONA.
Cuando salimos al encuentro de Lucas Vidal, sabíamos de su experiencia como compositor de bandas sonoras en la industria del cine estadounidense y de su capacidad para emocionar y contar historias a través de su trabajo. Queríamos una música que hablara de quiénes somos, pero sobre todo nos impulsara como organización para seguir innovando y mirar hacia el futuro. Y Lucas acepó el reto.
Cuenta que en el proceso de composición fue añadiendo una capa tras otra, partiendo de ideas sencillas e incorporando distintos instrumentos. El propio trabajo, que combinó el uso del ordenador y sonoridades electrónicas a los que luego se añadió una interpretación ejecutada por personas, nos habla de la combinación de lo digital y lo analógico, de la emoción y la innovación, de la razón y el corazón.
De la misma forma, según explica, en el proceso se dieron cita las influencias formativas de clásicos como Bach y la visión de compositores contemporáneos como John Williams. El pasado que explica nuestra identidad y el futuro hacia el que nos proyectamos.
Y así fue tomando forma el remolino ascendente de esta pieza musical destinada a emocionar y elevar al oyente en cada evento de ACCIONA. El resultado es una prolongación del trabajo de Lucas en la composición de bandas sonoras en el que ha sabido reflejar nuestra singularidad a través de pasajes sonoros.
Las notas del tema musical ya pespuntaban la pantalla. En la cabeza de Lucas había tomado forma una melodía que eclosionaba en un clímax épico y emocionante, pero el punto de partida debía ser un sonido más sencillo y apegado al recuerdo. Pronto supo que habría de echar mano de un recurso que formó parte de los primeros compases de su infancia: la flauta.
Porque ese fue el primer instrumento con el que se familiarizó en los comienzos de su carrera musical y que decidió recuperar personalmente, tocándolo él mismo, en la interpretación de la pieza. Es un momento “pequeño”, que nos transporta al pasado, a los orígenes de ACCIONA. Aunque claro, la flauta estaba lejos de ser el único instrumento.
Cuando llegó el momento de dar vida a la partitura, tuvimos claro que hacía falta contar con una orquesta en la que primase la excelencia y, a la vez, encarnase la naturaleza internacional de ACCIONA. La Orquesta Sinfónica de Praga, una de las más destacadas del mundo en la interpretación de bandas sonoras de clásicos del cine, fue la elegida para plasmar la idea original.
El simple hecho de contar con un grupo de músicos de ese calibre introducía la dimensión humana y le confería una fuerza y una expresividad que no puede aportar una máquina. Como él mismo Lucas Vidal dice, “lo que da sentido a la música son las personas”.
Ha habido más de sesenta personas implicadas en la ejecución y grabación de la pieza, y es algo que Lucas subraya. Porque la composición original partió de él, pero su manifestación definitiva no puede entenderse sin el trabajo de los ingenieros de sonido y el editor o la expresividad de los músicos. Lucas explica que trabajó con ellos individualmente, rehuyendo las jerarquías e intentando sacar lo mejor de cada uno.
A su manera es lo que sucede a diario con el trabajo que hacemos con las personas que constituyen ACCIONA. Como dice él, por mucha tecnología que haya al final el valor de las personas prima por encima de todo.
Nuestro compositor ha creado una pieza que atraviesa diversos pasajes musicales, desde lo más íntimo hasta lo más elevado, y lo ha hecho desde un anhelo de perfección y de mejora. Con el deseo de aprender, como dice, a través del sacrificio y el esfuerzo.
Todos somos aprendices en el oficio de vivir, y a cada uno se nos encomienda la misión de crecer y dejar un mundo mejor que el que nos encontramos al nacer. A partir de ahora, en ACCIONA tendremos una música que nos acompañe en nuestro esfuerzo cotidiano por dejar una huella positiva en el mundo.