Cuenta una leyenda que todos tenemos un hilo invisible atado a nuestros dedos que nos conecta inevitablemente con otra persona. También asegura que no importa donde esté, si vive aquí al lado o lo hace en las antípodas del mundo: estamos destinados a encontrarnos y a hacer grandes cosas juntos. El hilo puede estirarse hasta el infinito, contraerse, o incluso enredarse, porque tiene una cualidad maravillosa: el hilo nunca se rompe.

Esta fábula arraigada en la mitología oriental es una poderosa metáfora de los valores y propósitos anidados en el mismo corazón de ACCIONA: unir personas, tejer un propósito común.

Llevamos en nuestro ADN el compromiso por asumir retos más allá de lo empresarial y por ser un referente movilizador de cambios sociales y estructurales que redunden, no solo en el cuidado del planeta, sino en el bienestar de quienes lo habitamos.

Las personas que constituyen ACCIONA están conectadas por ese hilo irrompible. Las soluciones a los principales desafíos de la humanidad también lo están. Solo se harán realidad si actuamos comprendiendo como un todo al planeta y las sociedades que lo habitan.

En ACCIONA sabemos que las personas son la mejor inversión y el mejor activo que conforma a una empresa. Por eso, apostamos por sacudir nuestros propios parámetros internos de tal forma que logremos comprender e incorporar todas las realidades de quienes constituyen la compañía y, juntos, promover la transformación cultural que la sociedad de hoy necesita.

Y lo hacemos teniendo en la brújula de nuestra cultura organizacional 4 puntos cardinales: el reconocimiento de la excelencia y el esfuerzo, la diversidad y la inclusión como ventaja competitiva, la creación de entornos de trabajo seguros e inteligentes, y el impulso de liderazgos para promover el cambio. Una estrategia global como propuesta de valor a los empleados en la que poner las personas en el centro es el leitmotiv.