El cine se inventó hace 36 000 años. Esa es la reflexión del cineasta alemán Werner Herzog en su documental “La cueva de los sueños” cuando contempla atónito el arte rupestre figurativo que recubre el interior las cuevas de Chauvet, en el sur de Francia. Los trazos ocres y negros, que denotan ya estilos artísticos individuales, aprovecharon el relieve de la roca y las sombras proyectadas por el fuego primigenio para evocar movimiento y dinamismo de los animales representados.
Hoy, los testigos privilegiados con acceso al lugar pueden contemplar osos cavernarios, rinocerontes, mamuts, leones o ciervos que saltan, corren, luchan y protagonizan escenas sobre las milenarias paredes del conjunto como una sala de cine primitiva. Es lo que se considera la primera gran obra maestra de la humanidad.
No sabemos con certidumbre si esas pinturas albergaban un propósito litúrgico, mágico, decorativo o didáctico, pero reunidas en ese espacio constituyen también una de las primeras grandes exposiciones del mundo. Es un ejemplo de cómo el espacio y el entorno condicionan y determinan la percepción de la obra. Y un recordatorio de que, si bien el anhelo artístico es fundamentalmente el mismo, la gran revolución de las últimas décadas se ha forjado en las técnicas expositivas, en la forma de vivir la cultura y participar en ella.
En ACCIONA Cultura hemos sido testigos y protagonistas de esa revolución desde nuestro primer gran proyecto hace treinta años: organizar alguno de los espectáculos más emblemáticos y diseñar e implantar contenidos museográficos para pabellones de la Expo’92 de Sevilla, una de las exposiciones universales más aclamadas y memorables de la historia reciente. Fue la primera de las nueve en las que hemos participado.
Desde entonces, nuestro papel ha sido encontrar nuevos cauces tecnológicos y creativos para integrar la expresión artística y cultural en el mundo contemporáneo y vivirla a diario en más de dos mil proyectos. Para que en cada evento y exposición que desarrollamos se despierte algo de esa admiración primordial ante lo que nos hace humanos y lo trascienda. Sigue leyendo para descubrir cómo hacemos cultura para vivirla en nuestros diversos campos de acción.
El papel de ACCIONA Cultura ha sido encontrar nuevos cauces tecnológicos y creativos para integrar y vivir la cultura a diario en más de dos mil proyectos.
Era inevitable que, junto con el trabajo en esferas como las infraestructuras, las energías renovables y la gestión del agua, abordásemos también el patrimonio cultural humano. Porque es la cultura la que da sentido al progreso material. Ese esfuerzo, que comenzó con el trabajo en una exposición universal en España, la Expo´Sevilla 92, se fue consolidando con nuestra participación en proyectos museográficos por todo el mundo como el House of European History en Bruselas (European Museum of the Year Award 2019 - Special Commendation) o el reciente Grand Egyptian Museum (GEM) en la explanada de las pirámides de Giza, otra de las grandes gestas ancestrales de la cultura humana.
Paralelamente, empezamos a colaborar con marcas para crear eventos que transmitiesen la identidad y la filosofía de empresas e instituciones como Banco Santander, Coca-Cola, Dior, Xiaomi o la UEFA, con una visión radicalmente original. Desde el mensaje que trasladamos, hasta dónde y cómo los hacemos, nuestros eventos, pese a su naturaleza efímera, dejan una huella emocional y cultural que pervive en las personas.
La siguiente etapa condensó nuestra experiencia tecnológica y artística en exposiciones inmersivas como Vida y obra de Frida Kahlo —la primera experiencia de estas características protagonizada por una mujer— que ha recorrido Europa, América del Sur y Asia. Recientemente, también nos hemos adentrado en la creación de espacios de interiores únicos y relevantes a nivel cultural, tanto para quienes los disfrutan como para las comunidades donde se ubican.
Durante estos treinta años hemos trabajado con las tecnologías más avanzadas, desde las proyecciones de mapping en edificios BIC (Bien de Interés Cultural), instalaciones interactivas en enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad, implantación de tecnologías IA y AR, o impresión 3D de grandes piezas de hormigón en espacios expositivos por todo el mundo.
Sin embargo, lo más importante es que, de la mano de nuestros clientes, hemos logrado dar cohesión interna al contenido para que la tecnología se convierta en un vehículo de emociones y aprendizaje.
Esa es la finalidad de todos los procesos de ideación, desarrollo e implantación de las iniciativas en las que participamos.
Por ejemplo, en el National Museum of Qatar, diseñado por Ateliers Jean Nouvel, diseñamos, produjimos e implementamos 150 piezas audiovisuales e interactivas con objeto de poner en contexto y narrar el desarrollo histórico, geográfico, económico y social del país y de su gente. Gracias a las grabaciones en emplazamientos históricos, entrevistas y una colección de 5.000 imágenes logramos dar vida a la historia de este pequeño emirato y de su gente.