La más extensa y sin embargo menos poblada región de Sudáfrica aprendió a caminar hace poco por sí sola. Hasta 1994, la Provincia Septentrional del Cabo estaba bajo la tutela de la gran Provincia de El Cabo junto a sus dos hermanas, la Provincia Oriental y la Occidental. Tras su división administrativa, las tres continuaron su viaje de manera independiente.
La Provincia Septentrional, acostumbrada durante décadas a gatear mirando al suelo, supo sacar provecho de lo que tenía delante de sus ojos, como por ejemplo los inigualables diamantes extraídos de la roca kimberlita a orillas del río Orange en la capital, Kimberley; o los viñedos que producen uno de los mejores vinos del mundo con la exclusiva uva autóctona Pinotage -híbrido entre Pinot noir y Cinsaut/Hermitage-, los Vinos de Sudáfrica.
También con la vista fijada en sus pies, los habitantes de la Provincia Septentrional de El Cabo descubrieron uno de los depósitos minerales de hierro más grandes del planeta: la mina Sishen, que cuenta con unas reservas estimadas en 2,43 mil millones de toneladas de hierro.
Pero un día la gente de El Cabo se cansó de mirar hacia el suelo. Tras muchos años sin levantar la vista, algo les impulsó a alzar la cabeza, y lo que vieron les dejó asombrados. Contemplaron un cielo azul y un sol amarillo, cálido, agradable. Siempre había estado ahí, lo sabían, pero nunca habían reparado en todo lo que les estaba regalando como fuente inagotable de vida. Decidieron entonces que ya era hora de caminar mirando al horizonte aprovechando un recurso natural tan nativo como los diamantes de Kimberley o la uva Pinotage: el calor del sol.
Tan sólo 25 kilómetros al norte de la mina Sishen se encuentra Dibeng, una pequeña localidad de 8.000 habitantes en el Distrito Municipal de John Taolo Gaetsewe. Es aquí donde ACCIONA lideró un consorcio de empresas en las que también estaban la sudafricana Aveng y dos entidades comunitarias –Soul City y Dibeng Community Solar Energy Trust- para construir la planta fotovoltaica de Sishen. De la mano de ACCIONA, la Provincia Septentrional de El Cabo puso en funcionamiento la planta con la mayor producción fotovoltaica de todo el continente africano el 29 de noviembre de 2014.
Con una generación de 216 GWh de electricidad al año, la planta solar fotovoltaica de Sishen ofrece energía limpia y renovable suficiente para abastecer a 100.000 hogares sudafricanos. ¿Qué otras connotaciones tiene esta cifra? : Nada más y nada menos que evitar la emisión de 208.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, o lo que es lo mismo, un efecto depurativo para el aire equivalente al de más de diez millones de árboles absorbiendo CO2 y devolviendo oxígeno puro al medio ambiente.
La planta fotovoltaica de Sishen evita la emisión de 208.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera
La instalación que abastece de electricidad limpia a tantas decenas de miles de sudafricanos es en sí misma una colosal obra de ingeniería: se extiende a lo largo y ancho de 250 hectáreas, ocupadas en su mayoría por un total de 319.600 paneles fotovoltaicos. Si se dispusieran en línea recta, estos módulos se prolongarían durante 327 kilómetros de longitud. Los paneles se asientan sobre 470 seguidores –las estructuras horizontales donde se sostienen- que están programados para seguir de manera automática la trayectoria del sol de este a oeste todos los días del año y así captar hasta el último rayo de energía con sus más de 23 millones de células solares.
Como sello ineludible en el desempeño global de ACCIONA, la comunidad local se ha visto económicamente beneficiada de esta instalación energética. Durante los quince meses que duraron las obras, se crearon hasta mil empleos, de los cuales el 94% recayeron en ciudadanos sudafricanos. Asimismo, en el período de construcción y de vida útil de la instalación, que se prolongará durante más de 25 años, la planta de Sishen habrá aportado al producto interior bruto (PIB) de Sudáfrica 130 millones de dólares. Además, el 2,1% de los ingresos anuales son destinados a iniciativas de desarrollo socioeconómico en la zona. Una zona que hace pocos años dejó de gatear para dar unos primeros pasos titubeantes sin perder de vista el suelo y que hoy, gracias al impulso de ACCIONA, ha empezado a correr con el motor de la energía renovable. Puedes descubrir más historias como esta en la página web de ACCIONA.