Red-Tailed Hawk: la gran planta fotovoltaica que anuncia el ocaso de los combustibles fósiles en Texas
La mayor planta fotovoltaica de ACCIONA Energía en el mundo ha comenzado a surtir de energía renovable a Texas.
La mayor planta fotovoltaica de ACCIONA Energía en el mundo ha comenzado a surtir de energía renovable a Texas.
“Un demonio, nacido demonio cuya naturaleza no admite crianza” fue la frase que Shakespeare puso en boca de uno de los protagonistas de su obra La tempestad. Y esas dos palabras –naturaleza y crianza– son las que, a finales del siglo XIX, un psicólogo inglés llamado Francis Galton empleó al publicar un libro que planteaba un debate milenario en términos modernos: ¿estábamos determinados por nuestra naturaleza, es decir, eran nuestros genes o las circunstancias, lo que él llamaba crianza, lo que nos convertían en quienes éramos? O, dicho de otra forma, ¿estamos condenados a repetir los errores de nuestros antepasados o existe la posibilidad de cambiar?
El 10 de enero de 1901, una perforación en Beaumont, una ciudad en las inmediaciones de Houston (Texas), liberó un inmenso géiser de líquido negro que bañó cientos de metros cuadrados y requirió nueve días para ser taponado. Fue el comienzo de la fiebre petrolífera que marcaría el rumbo de nuestra civilización y que supondría otro paso en la senda de los combustibles fósiles ya iniciada con el carbón y la Primera Revolución Industrial.
Ese pozo primordial alcanzó su pico de producción en 1924 como símbolo de una relación antagónica del hombre con la naturaleza, basada en la explotación de unos recursos finitos. El resultado, en forma de calentamiento global, es de sobra conocido. Red-Tailed Hawk es también otro símbolo, esta vez un símbolo del cambio. Situado en el condado de Wharton, a dos horas en coche del campo petrolífero de Beaumont, es el mayor complejo fotovoltaico jamás construido por ACCIONA. Entró en operación en 2024, justo un siglo después del pico de producción de aquel pozo vecino de Beaumont.
Hoy Red-Tailed Hawk surte ya de energía limpia equivalente al consumo anual de más de sesenta y seis mil hogares tejanos. En este artículo te hablamos de su impacto y de la profunda transformación que está experimentando esa región estadounidense, donde ya operamos tres parques eólicos en el condado de Cameron, una planta solar en Fort Bend y una instalación de almacenamiento con baterías.
Nacido en Rhode Island en 1834, Abel H. Pierce era un joven espigado que quiso buscar fortuna en Cuba. Embarcó a modo de polizón en un navío, pero la tripulación lo descubrió al poco y lo obligó a desembarcar en la costa de Texas. Abel sacó todo el partido posible a su nuevo destino y comenzó a trabajar en ranchos y transportando mercancías. En pago, recibió pequeñas parcelas de terreno, que luego vendió para probar suerte en Kansas City. A su regreso a Texas, adquirió las primeras tierras del que sería el Rancho Pierce, en el condado de Wharton, donde se dedicó a la ganadería.
Abel murió el 26 de diciembre de 1900, dos semanas antes de que el pozo de Beaumont desencadenara la fiebre del oro negro. No llegó a conocer la era del petróleo, ni mucho menos la tecnología que más de un siglo después le tomaría el relevo: la ambiciosa planta fotovoltaica de Red-Tailed Hawk que hoy opera en su antiguo rancho.
Al tratarse de nuestra mayor iniciativa fotovoltaica hasta la fecha, con una producción anual de 742 GWh, la construcción de Red-Tailed Hawk requirió movilizar un ingente número de trabajadores. Si sumamos supervisores, operarios y proveedores, hubo más de seiscientas personas implicadas en las tareas de construcción e instalación del complejo, con picos de cuatrocientos trabajadores simultáneos en su fase máxima. En total, ha supuesto dos años de esfuerzo hasta su puesta en marcha.
Si bien un parque fotovoltaico supone, por regla general, menos retos constructivos que la instalación de otras energías renovables, como es el caso de la eólica en zonas montañosas, sí que nos enfrentamos a ciertos desafíos. Por ejemplo, tuvimos que estudiar y acotar las zonas de drenado de agua del rancho para que la instalación de los paneles solares no tuviera un impacto negativo en los acuíferos de la zona.
"Hubo más de seiscientas personas implicadas en las tareas de construcción e instalación del complejo."
Un equipo diverso de quince ingenieros y expertos en construcción, procedentes de países como Indonesia, España, México, India y EE. UU., hizo posible la construcción de este complejo que puede producir hasta 460 MWh. También ha sido una oportunidad para apostar por el talento joven, como es el caso de Fidelino Siahaan, un ingeniero eléctrico recién licenciado en la Universidad A&M Texas, que ha comenzado su carrera laboral en Red-Tailed Hawk. Parte de esa apuesta consiste también en ofrecer programas de mentoría a los recién llegados para compartir los conocimientos y la experiencia de ingenieros sénior.
El parque solar de Red-Tailed Hawk convive con las actividades agropecuarias del Rancho Pierce, que hoy produce arroz, maíz, sorgo y algodón, entre otros cultivos. En la zona también se están plantando robles y recuperando especies de plantas autóctonas.
El parque solar de Red-Tailed Hawk convive con las actividades agropecuarias del Rancho Pierce, que hoy produce arroz, maíz, sorgo y algodón, entre otros cultivos. En la zona también se están plantando robles y recuperando especies de plantas autóctonas.
En los próximos treinta años de funcionamiento, la planta contribuirá con millones de dólares a las arcas del Estado de Texas, pero el equipo detrás de las instalaciones también cree firmemente en su implicación social y en el trabajo con la comunidad.
Así, el personal está colaborando con The Crisis Center, un centro de ayuda a mujeres y niños que sufren maltrato doméstico, aportando alimentos para los programas de asistencia Food Pantry/Wharton SHARE y contribuyendo al desarrollo intelectual de la infancia con la iniciativa Bess the Book Bus, que reparte libros entre los niños de la zona.
Al principio de este artículo mencionamos aquella fecha de 1901, el año que inauguró la era del petróleo a gran escala en Texas y que se convirtió en el motor de la economía mundial durante más de un siglo. También nos preguntábamos si era posible cambiar.
En ACCIONA sabemos que el tiempo apremia y que los objetivos de incremento máximo de las temperaturas que se plantearon en el Acuerdo de París de 2015 ya se están rebasando. Sin embargo, sí que tenemos la convicción de que es posible avanzar hacia un mundo más sostenible y neutro en carbono. Y, además del comienzo de operaciones de Red-Tailed Hawk, nos quedamos con otro dato que lo ratifica: en marzo de 2024 la producción de energía solar superó a la del carbón por primera vez en la historia de Texas.
"En marzo de 2024 la producción de energía solar superó a la del carbón por primera vez en la historia de Texas."
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