A las faldas de Sierra Nevada de Santa Marta, protegida por el sistema montañoso litoral más alto del mundo, la comunidad Wiwa de Seyamake vive arraigada en su entorno como un elemento natural más. Desde su nacimiento, este pueblo del norte de Colombia, en el municipio de Dibulla, concibe la relación con su hábitat desde la simbología, el rito ancestral y el culto a lo sagrado.
A pesar de su cercanía física con Riohacha, capital de La Guajira, visitar Seyamake es visitar un lugar donde se han detenido el tiempo y la manera de entender las relaciones humanas con el medio ambiente: para los Wiwa, la persona forma parte de la naturaleza y la naturaleza forma parte de la persona.
Los Wiwa se estructuran en una sociedad jerárquica piramidal donde el Mamo es la autoridad tradicional espiritual y política. Mamo significa Sol, abuelo y consejero, y la Saga, su esposa, es la autoridad femenina, que encarna a la Luna. Ambos han sido educados de una manera especial para entender la naturaleza, la sociedad y a las personas, interpretan los sueños, tratan a los enfermos y dirigen las ceremonias y rituales del poblado. Existen tantos Mamos como cuencas de ríos se extienden a lo largo del territorio… y no se trata de una distribución arbitraria: como dice un proverbio Wiwa, “antes de que se creara el mundo, todo era Agua, éramos burbujas de Agua…”.
“Sin agua no hay vida” En la finca Arimaka, el río que da vida a los Wiwa es el río Jerez. “El agua es igual que una persona, respira como nosotros, nosotros respiramos por ella. Sin agua no hay vida”, explica Julián, autoridad de la comunidad de Seyamake. Es precisamente esta agua la que permite a los más de doscientos habitantes del poblado trabajar sus cuatro hectáreas de terreno cultivable, uno de sus principales sustentos. Sin embargo, las aguas del río Jerez llegan hasta el poblado con un importante nivel de contaminación al encontrarse al final de su recorrido y cerca de la desembocadura al mar Caribe, lo que provoca muertes y enfermedades en una población que sufre los rigores de la industrialización a pesar de vivir en armonía con la naturaleza. Para permitir a los Wiwa continuar con su modo de vida tradicional, ACCIONA, con la colaboración de Corpoguajira y el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) pone en marcha un proyecto de potabilización de agua.
Salvando las enormes dificultades de trabajo sobre el terreno, incluyendo un arduo traslado y montaje , el área de Innovación de ACCIONA instaló una potabilizadora en la comunidad Seyamake capaz de potabilizar 8 metros cúbicos de agua cada hora con un tanque de 5.000 litros de capacidad que suministra agua limpia y pura para 400 personas al día en toda la comunidad de Seyamake.
Además, esta potabilizadora funciona con placas solares, de manera que no emite ningún tipo de contaminación atmosférica ni precisa de combustible para trabajar. Por otro lado, la energía restante se utiliza para bombear agua no tratada a un depósito elevado que se emplea en el regadío de los cultivos.
Con este impulso tecnológico, la comunidad Wiwa puede preservar un modo de vida basado en la relación con el agua, origen de su existencia, aliada de su presente y esperanza para el futuro.
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